Nací una fría noche cercana a la Navidad, como la cuarta hija de una familia numerosa. Heredé ropa, juguetes, y un montón de libros de mis hermanos mayores: joyas literarias de Dostoyevski, Delibes, Grandes y Rodoreda. De adolescente, me adentré en los mundos fascinantes de Asimov, Huxley, Orwell y Tolkien.  Cuando no estaba leyendo, inventaba historias y me perdía en mi mundo de sueños e ideas.

De pequeña, siempre me recuerdan con un libro en las manos: escondida en el lavabo, en un rincón del patio de la escuela o con una linterna bajo la manta para no despertar a las tres hermanas con las que compartía habitación.

Aunque anhelaba escribir, empecé a trabajar a los quince años, y mi pasión quedó en un sueño. Durante años, combiné mi trabajo como profesora de Innovación en la universidad con el de consultora laboral. Después de más de tres décadas en la misma empresa, decidí dejarlo todo para dedicarme plenamente a mi verdadera pasión: la escritura.

Durante años combiné mi trabajo como profesora de Innovación en la universidad con el de consultora laboral. Pero después de más de tres décadas en la misma empresa, decidí dejarlo todo para dedicarme plenamente a mi verdadera pasión: la escritura.

Desde entonces he publicado cuatro novelas:  No sé quién soy (finalista premio Ciutat de Picasent) Cicatrius (Premio Ramon Muntaner 2023 de literatura juvenil) y La geometria dels batecs (Premio Manuel de Pedrolo de narrativa y ciencia ficción). Mi último libro se titula El principio de incertidumbre.